Los juegos sensoriales son una herramienta maravillosa para el desarrollo infantil. No solo mantienen a los niños entretenidos, sino que también les ayudan a mejorar habilidades motoras, cognitivas y emocionales. Hoy te comparto cuatro actividades sensoriales caseras que puedes hacer fácilmente en casa: arena kinética casera, plastilina casera, la botella de la calma y las bolsas sensoriales. ¡Perfectas para estimular la creatividad y la concentración de los más pequeños!
1. Arena Kinética Casera
La arena kinética es una opción fantástica para que los niños experimenten con texturas. Aquí te dejo la receta súper fácil:
Ingredientes:
2 vasos de harina de maíz
1/8 de taza de aceite vegetal
Colorante alimentario
Instrucciones:
Mezcla bien la harina de maíz con el aceite vegetal hasta que se integre por completo. Luego añade el colorante alimentario para darle vida a tu arena. ¡Y listo! Los niños podrán moldear, aplastar y crear formas con esta arena casera.
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2. Plastilina Casera
La plastilina casera es una excelente actividad sensorial para mejorar la motricidad fina y estimular la creatividad de los niños. Esta receta es muy sencilla:
Ingredientes:
3 cucharadas de fécula de maíz
3 cucharadas de crema corporal
Colorantes alimentarios
Instrucciones:
Mezcla la fécula de maíz con la crema corporal hasta obtener una masa homogénea. Una vez lista, agrega los colorantes para personalizarla con los colores que más te gusten. Si necesitas más cantidad, simplemente duplica los ingredientes.
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3. Botella de la Calma
La botella de la calma es perfecta para momentos de relajación o para que los niños disfruten viendo cómo el glitter y el confeti flotan de manera tranquila.
Materiales:
Una botella plástica transparente con tapa
Gel fijador para el cabello
Glitter o escarcha
Confeti
Colorante comestible
Agua
Cinta adhesiva
Embudo y cucharita
Instrucciones:
Primero coloca una cucharita de gel fijador dentro de la botella, añade agua, dejando un pequeño margen sin llenar. Con el embudo, agrega glitter, confeti y unas gotas de colorante. Cierra la botella y sella con cinta adhesiva para evitar accidentes. Agita y disfruta de la magia visual que ofrece esta botella relajante.
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4. Bolsas Sensoriales
Las bolsas sensoriales son ideales para estimular el sentido del tacto y fomentar el aprendizaje. Te propongo dos versiones:
Versión 1: Llena una bolsa Ziploc con aceite de bebé o mineral, glitter, confetis, unas gotas de colorante comestible y agua. Saca el aire, cierra bien y sella con cinta adhesiva. Esta bolsa es perfecta para que los niños jueguen con las texturas y los colores.
Versión 2: Para un enfoque más didáctico, usa otra bolsa Ziploc. Llénala con cuentas del abecedario, un poco de gel fijador para el cabello, colorante y agua. Saca el aire, ciérrala bien y sella con adhesivo. Los niños podrán mover las letras y formar palabras mientras juegan.
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Conclusión:
Estos cuatro juegos sensoriales no solo entretienen, sino que también apoyan el desarrollo integral de los niños. Desde experimentar con texturas hasta fomentar el aprendizaje, cada actividad ofrece beneficios únicos para el crecimiento de los más pequeños. ¡Anímate a probarlos y personalizarlos según los gustos de tu familia!
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