La manzanilla es conocida por sus propiedades calmantes y regeneradoras, y qué mejor manera de aprovechar sus beneficios que elaborando tu propio aceite de manzanilla casero. En este artículo te cuento cómo hacerlo fácilmente en casa y para qué puedes usarlo.
¿Por qué hacer aceite de manzanilla casero?
El aceite de manzanilla es ideal para:
Hidratar y suavizar la piel.
Aliviar irritaciones y rojeces.
Relajar los músculos con masajes.
Calmar el cuero cabelludo y darle brillo al cabello.
Además, hacerlo en casa te permite asegurarte de que sea 100% natural y libre de químicos.
Ingredientes necesarios:
Flores de manzanilla secas.
Aceite portador (puedes usar oliva, almendras dulces o coco).
Un frasco de vidrio con tapa.
Método de elaboración:
En mi video tutorial te muestro dos métodos para elaborar este aceite:
1. Macerado en frío:
Llena un frasco de vidrio con flores de manzanilla secas (un poco más de la mitad).
Cubre completamente con el aceite portador.
Deja el frasco en un lugar oscuro y fresco por al menos tres semanas, agitándolo diariamente.
2. Macerado en calor:
Coloca el frasco destapado en baño maría durante dos horas, asegurándote de que el agua no hierva.
Mantén la temperatura baja para no cocinar la mezcla.
Filtrado y uso:
Una vez terminado el macerado, filtra la mezcla con una tela o gasa para separar las flores del aceite. Guárdalo en un frasco limpio y utilízalo para masajes, tratamientos capilares o como hidratante natural.
Mira el tutorial completo
Si quieres ver el proceso en detalle, no te pierdas mi video donde explico cada paso de forma sencilla.
✨ Haz clic aquí para verlo:
¡Anímate a probar esta receta y a disfrutar de los beneficios de este maravilloso aceite casero! 🌼
Comentarios
Publicar un comentario